DOMINGO 22

Sb 2, 12. 17-20
Los malvados dijeron entre sí: Tendamos trampas al justo, porque nos molesta y se opone a nuestra manera de obrar; nos echa en cara las transgresiones a la Ley y nos reprocha las faltas contra la enseñanza recibida. Veamos si sus palabras son verdaderas y comprobemos lo que le pasará al final. Porque si el justo es hijo de Dios, él lo protegerá y lo librará de las manos de sus enemigos. Pongámoslo a prueba con ultrajes y tormentos, para conocer su temple y probar su paciencia. Condenémoslo a una muerte infame, ya que él asegura que Dios lo visitará”.


Sal 53
El Señor es quien me ayuda. 
Sálvame, Dios mío, por tu nombre; con tu poder defiéndeme. Escucha, Señor, mi oración y a mis palabras atiende. 
El Señor es quien me ayuda. 
Gente arrogante y violenta contra mí se ha levantado. Andan queriendo matarme. ¡Dios los tiene sin cuidado! 
El Señor es quien me ayuda. 
Pero el Señor Dios es mi ayuda, él, quien me mantiene vivo. Por eso te ofreceré con agrado un sacrificio, y te agradeceré, Señor, tu inmensa bondad conmigo. 
El Señor es quien me ayuda.


Stgo 3, 16—4, 3
Hermanos, donde hay rivalidad y discordia, hay también desorden y toda clase de maldad. En cambio, la sabiduría que viene de lo alto es, ante todo, pura; y además, pacífica, benévola y conciliadora; está llena de misericordia y dispuesta a hacer el bien; es imparcial y sincera. Un fruto de justicia se siembra pacíficamente para los que trabajan por la paz.
¿De dónde provienen las luchas y las querellas que hay entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que combaten en sus mismos miembros? Ustedes ambicionan, y si no consiguen lo que desean, matan; envidian, y al no alcanzar lo que pretenden, combaten y se hacen la guerra. Ustedes no tienen, porque no piden. O bien, piden y no reciben, porque piden mal, con el único fin de satisfacer sus pasiones.


Mc 9, 30-37
En aquel tiempo, atravesaron la Galilea; Jesús no quería que nadie lo supiera, porque enseñaba y les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará». Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerle preguntas.
Llegaron a Cafarnaún y, una vez que estuvieron en la casa, les preguntó: «¿De qué hablaban en el camino?». Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más grande. Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: «El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos». Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: «El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a aquel que me ha enviado».


Una mirada integral a la condición humana y la fe

Los pasajes bíblicos que has mencionado, aunque pertenecen a diferentes libros y contextos históricos, presentan un tema común: la lucha entre el bien y el mal, la fe y la duda, y la naturaleza humana. Al analizarlos en conjunto, podemos extraer valiosas enseñanzas sobre la condición humana y la profundidad de la fe.

Sabiduría 2, 12. 17-20: El desafío a la justicia divina

Este pasaje presenta una perspectiva de los impíos que desafían la justicia divina. Los impíos, movidos por la envidia y la maldad, buscan poner a prueba al justo, creyendo que si Dios existe, lo protegerá. Sin embargo, esta actitud revela una profunda incomprensión de la naturaleza de Dios y del sufrimiento humano.

Salmo 53: La confianza en Dios en medio de la adversidad

El Salmo 53 es un clamor por la protección divina en medio de la persecución y la violencia. El salmista expresa su confianza en Dios, a pesar de las amenazas de sus enemigos. Este salmo nos enseña la importancia de aferrarnos a nuestra fe, incluso en los momentos más difíciles.

Santiago 3, 16—4, 3: La sabiduría divina versus la sabiduría mundana

Santiago nos advierte sobre los peligros de la sabiduría mundana, caracterizada por la rivalidad, la discordia y la maldad. En contraste, la sabiduría que viene de Dios es pura, pacífica y llena de misericordia. Este pasaje nos invita a cultivar una sabiduría que nos permita vivir en armonía con los demás y con Dios.

Marcos 9, 30-37: La humildad y el servicio

En este pasaje, Jesús predice su pasión y muerte, y enseña a sus discípulos la importancia de la humildad y el servicio. Los discípulos, aún no comprenden el significado de estas palabras, lo que revela la dificultad de aceptar la cruz y seguir a Cristo.

Interpretación conjunta

Al analizar estos pasajes en conjunto, podemos identificar los siguientes temas recurrentes:

  • La lucha entre el bien y el mal: Los impíos representan el mal, mientras que los justos y los discípulos de Cristo representan el bien. La lucha entre estas fuerzas es una constante en la experiencia humana.
  • La importancia de la fe: A pesar de las pruebas y tribulaciones, la fe en Dios es esencial para superar las dificultades y encontrar la verdadera felicidad.
  • La necesidad de la humildad y el servicio: Jesús nos enseña que la verdadera grandeza se encuentra en el servicio a los demás y en la humildad.
  • La sabiduría divina: La sabiduría que viene de Dios nos guía hacia una vida plena y significativa.

En resumen, estos pasajes bíblicos nos invitan a reflexionar sobre nuestra propia vida y a preguntarnos: ¿En quién pongo mi confianza? ¿Cómo respondo ante el sufrimiento y la adversidad? ¿Estoy dispuesto a seguir a Cristo y a servir a los demás?