Palabra que Isaías, hijo de Amós, recibió en una visión, acerca de Judá y de Jerusalén: Sucederá al fin de los tiempos, que la montaña de la Casa del Señor será afianzada sobre la cumbre de las montañas y se elevará por encima de las colinas. Todas las naciones afluirán hacia ella y acudirán pueblos numerosos, que dirán: “ ¡Vengan, subamos a la montaña del Señor, a la Casa del Dios de Jacob! Él nos instruirá en sus caminos y caminaremos por sus sendas”. Porque de Sión saldrá la Ley y de Jerusalén, la palabra del Señor. Él será juez entre las naciones y árbitro de pueblos numerosos. Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas. No levantará la espadauna nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra.
¡Ven, casa de Jacob, y caminemos a la luz del Señor!
Sal 121
Vayamos con alegría al encuentro del Señor.
Rom 13, 11-14
Hermanos: Ustedes saben en qué tiempo vivimos y que ya es hora de despertarse, porque la salvación está ahora más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. La noche está muy avanzada y se acerca el día. Abandonemos las obras propias de la noche y vistámonos con la armadura de la luz. Como en pleno día, procedamos dignamente: basta de excesos en la comida y en la bebida, basta de lujuria y libertinaje, no más peleas ni envidias. Por el contrario, revístanse del Señor Jesucristo, y no se preocupen por satisfacer los deseos de la carne.
Mt 24, 37-44
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Cuando venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé. En los días que precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta que Noé entró en el arca; y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a todos. Los mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. De dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado. De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra dejada. Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor. Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.
1. Significado Individual
Isaías 2, 1-5: La Visión de la Paz Futura
La Profecía: Isaías tiene una visión del "Monte de la Casa del Señor" elevado sobre todos los demás, hacia donde caminan todas las naciones (no solo los judíos).
La Promesa: Es una profecía mesiánica clásica. Habla de un tiempo donde Dios enseñará sus caminos y habrá paz universal: "Convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en podaderas".
Significado: Es la meta final de la historia. Representa el Reino de Dios (la Iglesia) que acoge a todos los pueblos y la paz definitiva que traerá el Mesías.
Salmo 121 (122): La Alegría del Peregrino
(Nota: En muchas Biblias modernas aparece como Salmo 122, pero en la Vulgata latina es el 121).
El Texto: "Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor".
Significado: Es la respuesta del pueblo a la invitación de Isaías. Si Isaías dice "Vengan, subamos al monte", el Salmo responde con entusiasmo y gozo por entrar en la presencia de Dios (Jerusalén).
Romanos 13, 11-14: La Urgencia Moral
El Mensaje: San Pablo usa una metáfora del sueño y la vigilia. Dice que "la noche está avanzada y el día se acerca".
Significado: Nos pide dejar las "obras de las tinieblas" (pecados, excesos, pleitos) y ponernos las "armas de la luz". Es un llamado a despertar de la pereza espiritual porque la salvación está más cerca ahora que cuando empezamos a creer.
Mateo 24, 37-44: La Vigilancia ante lo Inesperado
El Texto: Jesús compara su venida con los "días de Noé". La gente vivía su vida normal (comiendo, bebiendo) sin darse cuenta de lo que venía hasta que llegó el diluvio.
La Profecía: Jesús advierte que su regreso (la Parusía) será repentino e inesperado, "como un ladrón en la noche".
Significado: No es una predicción de cuándo será el fin, sino una instrucción sobre cómo vivir: "Estad preparados".
2. Significado en Conjunto: El Mensaje del Adviento
Cuando lees estas cuatro escrituras juntas, se forma una historia completa sobre la actitud que debe tener el cristiano frente a la historia y el tiempo:
La Meta (Isaías): Sabemos hacia dónde vamos (al Reino de paz de Dios).
La Actitud (Salmo): Vamos con alegría, no con miedo.
El Comportamiento (Romanos): Mientras caminamos hacia esa meta, debemos comportarnos dignamente, despiertos y sin pecado.
La Urgencia (Mateo): No podemos relajarnos ni postergar nuestra conversión, porque el encuentro con Dios puede ser en cualquier momento.
¿Profecía Cumplida?
Isaías: Se cumplió parcialmente con la primera venida de Jesús (quien trajo la paz interior y fundó la Iglesia para todas las naciones), pero su cumplimiento total (el fin de todas las guerras físicas) será en su Segunda Venida.
Mateo: Esta profecía es escatológica (del fin de los tiempos). Aún no se ha cumplido el evento final, por lo que la advertencia de "estar vigilantes" sigue vigente hoy más que nunca.
En resumen: Estas lecturas te dicen: "Despierta, limpia tu vida y alégrate, porque el Señor viene y debes estar listo para recibirlo cuando menos lo esperes".