En aquellos días, a los Apostoles los hicieron comparecer ante el Sanedrín, y el Sumo Sacerdote les dijo: «Nosotros les habíamos prohibido expresamente predicar en ese Nombre, y ustedes han llenado Jerusalén con su doctrina. ¡Así quieren hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre!».
Pedro, junto con los Apóstoles, respondió: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres ha resucitado a Jesús, al que ustedes hicieron morir suspendiéndolo del patíbulo. A él, Dios lo exaltó con su poder, haciéndolo Jefe y Salvador, a fin de conceder a Israel la conversión y el perdón de los pecados. Nosotros somos testigos de estas cosas, nosotros y el Espíritu Santo que Dios ha enviado a los que le obedecen». Al oír estas palabras, ellos se enfurecieron y querían matarlos.
Sal 33
Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya.
Bendeciré al Señor
a todas horas;
no cesará mi boca de alabarlo.
Haz la prueba y verás
qué bueno es el Señor.
Dichoso el hombre
que se refugia en él.
Haz la prueba y verás qué
bueno es el Señor. Aleluya.
En contra del malvado
está el Señor
para borrar de la tierra
su recuerdo;
escucha, en cambio,
al hombre justo
y lo libra de todas sus congojas.
Haz la prueba y verás qué
bueno es el Señor. Aleluya.
El Señor no está lejos
de sus fieles
y levanta a las almas abatidas.
Muchas tribulaciones
pasa el justo,
pero de todas ellas Dios lo libra.
Haz la prueba y verás qué
bueno es el Señor. Aleluya.
Jn 3, 31-36
El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra pertenece a la tierra y habla de la tierra. El que vino del cielo da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie recibe su testimonio. El que recibe su testimonio certifica que Dios es veraz. El que Dios envió dice las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida. El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos. El que cree en el Hijo tiene Vida eterna. El que se niega a creer en el Hijo no verá la Vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él».
Jn 3, 31-36
El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra pertenece a la tierra y habla de la tierra. El que vino del cielo da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie recibe su testimonio. El que recibe su testimonio certifica que Dios es veraz. El que Dios envió dice las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida. El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos. El que cree en el Hijo tiene Vida eterna. El que se niega a creer en el Hijo no verá la Vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él».