Hermanos, acerca de la virginidad, no tengo ningún precepto del Señor. Pero hago una advertencia, como quien, por la misericordia del Señor, es digno de confianza. Considero que, por las dificultades del tiempo presente, lo mejor para el hombre es vivir sin casarse. ¿Estás unido a una mujer? No te separes de ella. ¿No tienes mujer? No la busques. Si te casas, no pecas. Y si una joven se casa, tampoco peca. Pero los que lo hagan, sufrirán tribulaciones en su carne que yo quisiera evitarles.
Lo que quiero decir, hermanos, es esto: queda poco tiempo. Mientras tanto, los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que se alegran, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran nada; los que disfrutan del mundo, como si no disfrutaran. Porque la apariencia de este mundo es pasajera.
Sal 44
El rey está prendado de tu belleza.
Escucha, hija,
mira y pon atención:
olvida a tu pueblo
y la casa paterna;
el rey está prendado
de tu belleza;
ríndele homenaje,
porque él es tu señor.
El rey está prendado
de tu belleza.
Con todos los honores
entra la princesa,
vestida de oro y de brocados,
y es conducida hasta el rey;
un cortejo de doncellas
la acompaña.
El rey está prendado
de tu belleza.
Entre alegría y regocijo
van entrando en el palacio real.
A cambio de tus padres,
tendrás hijos,
que nombrarás príncipes
por toda la tierra.
El rey está prendado
de tu belleza.
Lc 6, 20-26
En aquel tiempo, Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo:
«¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece!
¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados!
¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán!
¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y proscriban su nombre, considerándolo infame, a causa del Hijo del hombre!
¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo. De la misma manera los padres de ellos trataban a los profetas! Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo!
¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre!
¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas!
¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los falsos profetas!
Lc 6, 20-26
En aquel tiempo, Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo:
«¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece!
¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados!
¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán!
¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y proscriban su nombre, considerándolo infame, a causa del Hijo del hombre!
¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo. De la misma manera los padres de ellos trataban a los profetas! Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo!
¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre!
¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas!
¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los falsos profetas!