MIERCOLES 22

Hb 7, 1-3. 15-17
Hermanos: Este Melquisedec, que era rey de Salem, sacerdote de Dios, el Altísimo, salió al encuentro de Abraham cuando este volvía de derrotar a los reyes y lo bendijo; y Abraham le entregó la décima parte de todo el botín. el nombre de Melquisedec significa, en primer término, «rey de justicia» y él era, además, rey de Salem, es decir, «rey de paz». De él no se menciona ni padre ni madre ni antecesores, ni comienzo ni fin de su vida: así, a semejanza del Hijo de Dios, él es sacerdote para siempre.
Y esto se hace más evidente aún, si se tiene en cuenta que este nuevo sacerdote, a semejanza de Melquisedec, se constituye, no según la disposición de una ley meramente humana, sino según el poder de una vida indestructible. De él se ha atestiguado: "Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec".


Sal 109
Tú eres sacerdote para siempre. 
Esto ha dicho el Señor a mi Señor: “Siéntate a mi derecha; yo haré de tus contrarios el estrado donde pongas los pies”. 
Tú eres sacerdote para siempre. 
Extenderá el Señor desde Sión tu cetro poderoso y tú dominarás al enemigo. 
Tú eres sacerdote para siempre. 
Es tuyo el señorío; el día en que naciste, en los montes sagrados, te consagró el Señor antes del alba. 
Tú eres sacerdote para siempre. 
Juró el Señor y no ha de retractarse: “Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec”. 
Tú eres sacerdote para siempre.


Mc 3, 1-6
En aquel tiempo, Jesús entró nuevamente en una sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si lo curaba en sábado, con el fin de acusarlo. Jesús dijo al hombre de la mano paralizada: «Ven y colócate aquí delante». Y les dijo: «¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?». Pero ellos callaron. Entonces, dirigiendo sobre ellos una mirada llena de indignación y apenado por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: «Extiende tu mano». Él la extendió y su mano quedó curada. Los fariseos salieron y se confabularon con los herodianos para buscar la forma de acabar con él.