En aquellos dias, Pablo llegó a Derbe y más tarde a Listra, donde había un discípulo llamado Timoteo, hijo de una judía convertida a la fe y de padre pagano. Timoteo gozaba de buena fama entre los hermanos de Listra y de Iconio. Pablo quería llevarlo consigo, y por eso lo hizo circuncidar en consideración a los judíos que había allí, ya que todo el mundo sabía que su padre era pagano. Por las ciudades donde pasaban, transmitían las decisiones tomadas en Jerusalén por los Apóstoles y los presbíteros, recomendando que las observaran. Así, las Iglesias se consolidaban en la fe, y su número crecía día tras día.
Como el Espíritu Santo les había impedido anunciar la Palabra en la provincia de Asia, atravesaron Frigia y la región de Galacia. Cuando llegaron a los límites de Misia, trataron de entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió. Pasaron entonces por Misia y descendieron a Tróade. Durante la noche, Pablo tuvo una visión. Vio a un macedonio de pie, que le rogaba: «Ven hasta Macedonia y ayúdanos». Apenas tuvo esa visión, tratamos de partir para Macedonia, convencidos de que Dios nos llamaba para que la evangelizáramos.
Sal 99
El Señor es nuestro Dios y nosotros su pueblo. Aleluya.
Alabemos a Dios
todos los hombres,
sirvamos al Señor con alegría
y con júbilo entremos
en su templo.
El Señor es nuestro Dios
y nosotros su pueblo.
Aleluya.
Reconozcamos que el
Señor es Dios,
que él fue quien nos hizo
y somos suyos,
que somos su pueblo
y su rebaño.
El Señor es nuestro Dios
y nosotros su pueblo.
Aleluya.
Porque el Señor es
bueno, bendigámoslo,
porque es eterna
su misericordia
y su fidelidad nunca
se acaba.
El Señor es nuestro Dios
y nosotros su pueblo.
Aleluya.
Jn 15, 18-21
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí. Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia. Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más grande que su señor. Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes; si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes. Pero los tratarán así a causa de mi Nombre, porque no conocen al que me envió.
Jn 15, 18-21
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí. Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia. Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más grande que su señor. Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes; si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes. Pero los tratarán así a causa de mi Nombre, porque no conocen al que me envió.