Hermanos, este mensaje de salvación está dirigido a ustedes: los descendientes de Abraham y los que temen a Dios. En efecto, la gente de Jerusalén y sus jefes no reconocieron a Jesús, ni entendieron las palabras de los profetas que se leen cada sábado, pero las cumplieron sin saberlo, condenando a Jesús. Aunque no encontraron nada en él que mereciera la muerte, pidieron a Pilato que lo condenara. Después de cumplir todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del patíbulo y lo pusieron en el sepulcro. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos y durante un tiempo se apareció a los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén, los mismos que ahora son sus testigos delante del pueblo.
Y nosotros les anunciamos a ustedes esta Buena Noticia: la promesa que Dios hizo a nuestros padres, fue cumplida por él en favor de sus hijos, que somos nosotros, resucitando a Jesús, como está escrito en el Salmo segundo: Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.
Sal 2
Jesucristo es el rey de las naciones. Aleluya.
El Señor me ha consagrado
como rey de Sión,
su ciudad santa.
Anunciaré el decreto del Señor.
He aquí lo que me dijo:
Jesucristo es el rey
de las naciones. Aleluya.
“Hijo mío eres tú,
yo te he engendrado hoy.
Te daré en herencia las naciones
y como propiedad, toda la tierra.
Podrás gobernarlas
con cetro de hierro,
y despedazarlas como jarros”.
Jesucristo es el rey
de las naciones. Aleluya.
Escuchen y comprendan
estas cosas,
reyes y gobernantes de la tierra.
Adoren al Señor con reverencia,
sírvanlo con temor.
Jesucristo es el rey
de las naciones. Aleluya.
Jn 14, 1-6
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy».
Tomás le dijo: «Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?». Jesús le respondió:
«Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí.
Jn 14, 1-6
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy».
Tomás le dijo: «Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?». Jesús le respondió:
«Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí.